El pasado día 7 de Julio de 2008, a las 13:00 horas, tuvo lugar una reunión entre la Gerencia del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y el Comité de Empresa. El objeto de la misma era exigir al Gerente información sobre el Plan Funcional para la Reforma Integral del hospital. Este Plan, encargado a las consultoras privadas PriceWaterHouseCoopers y Versus, determinará el modelo de construcción, financiación y mantenimiento del “viejo” Gregorio Marañón, además del modelo organizativo y de gestión, la cartera de servicios o los recursos humanos y profesionales necesarios para poner en funcionamiento el “nuevo” Gregorio Marañón.
Otros “viejos hospitales” como La Paz, el Ramón y Cajal, el Doce de Octubre y Hospital de Móstoles, también padecen planes similares.
Lo que dijo el GERENTE:
El Plan Funcional, cuya finalización estaba prevista para el mes de julio, ha sufrido una moratoria hasta finales de diciembre de 2008.
El “nuevo” Marañón atenderá a una población de 450.000 habitantes. (300.000 habitantes menos que en la actualidad)
El Hospital sufrirá una drástica reducción de actividad y del número de camas. La previsión después de la reforma integral es dejar el Hospital con 900 camas, lejos de las 1700 actuales (lo que supone una reducción de más del 45%)
Los “reajustes” de plantilla motivados por la disminución de actividad, la reforma integral o por la externalización de servicios, los sufrirá inicialmente el personal interino.
Las obras de construcción del nuevo Marañón no se iniciarán antes de año y medio.
LA REALIDAD:
La finalidad de la Consejería de Sanidad con la ejecución de los Planes Funcionales de Reforma Integral de los “viejos hospitales” es suprimir la propiedad pública de los mismos, modificar las relaciones laborales de los Empleados Públicos, externalizar los Servicios no sanitarios y gestionar lo sanitario a través de gestión privada o concertando Servicios.
La reforma del Gregorio Marañón no va a ser una excepción: se prolongará durante varios años, será financiada de forma privada cediendo a la empresa concesionaria la gestión directa de las áreas no sanitarias. Estas obras justificarán la introducción de nuevas políticas de gestión y organización del Hospital. La pérdida de puestos de trabajo será elevadísima (más de 1000 a finales de año), siendo el personal interino y eventual el más afectado. El Gerente ha confirmado que prescindirá de estos trabajadores cuando lo crea conveniente.
Otros “viejos hospitales” como La Paz, el Ramón y Cajal, el Doce de Octubre y Hospital de Móstoles, también padecen planes similares.
Lo que dijo el GERENTE:
El Plan Funcional, cuya finalización estaba prevista para el mes de julio, ha sufrido una moratoria hasta finales de diciembre de 2008.
El “nuevo” Marañón atenderá a una población de 450.000 habitantes. (300.000 habitantes menos que en la actualidad)
El Hospital sufrirá una drástica reducción de actividad y del número de camas. La previsión después de la reforma integral es dejar el Hospital con 900 camas, lejos de las 1700 actuales (lo que supone una reducción de más del 45%)
Los “reajustes” de plantilla motivados por la disminución de actividad, la reforma integral o por la externalización de servicios, los sufrirá inicialmente el personal interino.
Las obras de construcción del nuevo Marañón no se iniciarán antes de año y medio.
LA REALIDAD:
La finalidad de la Consejería de Sanidad con la ejecución de los Planes Funcionales de Reforma Integral de los “viejos hospitales” es suprimir la propiedad pública de los mismos, modificar las relaciones laborales de los Empleados Públicos, externalizar los Servicios no sanitarios y gestionar lo sanitario a través de gestión privada o concertando Servicios.
La reforma del Gregorio Marañón no va a ser una excepción: se prolongará durante varios años, será financiada de forma privada cediendo a la empresa concesionaria la gestión directa de las áreas no sanitarias. Estas obras justificarán la introducción de nuevas políticas de gestión y organización del Hospital. La pérdida de puestos de trabajo será elevadísima (más de 1000 a finales de año), siendo el personal interino y eventual el más afectado. El Gerente ha confirmado que prescindirá de estos trabajadores cuando lo crea conveniente.
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